Ayer, nada más publicar la entrada con el búho bordado y mientras le cosía los botones que lleva por ojos, me puse a pensar qué acabado darle. Y, de repente, se me encendió la bombilla.
- Pero si tengo un jersey de lana viejo, que no uso, y cuyos colores me van a combinar estupendamente.
Dicho y hecho. Pongo el armario patas arriba en busca del jersey que, por supuesto, estaba en el fondo.
A la lavadora en el programa de mayor temperatura y sale afieltrado (más o menos). Recortar, coser los bordes, un festón y... ¡¡listo!!
Vaya, aquí parece que lo he aplicado torcido. Prometo que es efecto de la foto.